El madroño o Arbutus unedo es una especie de arbusto o arbolillo perteneciente al género Arbutus en la familia Ericaceae. Crece por toda la región mediterránea, incluidas sus islas, el norte de África, por toda la Península Ibérica, el oeste de Francia y oeste de Irlanda, así como en Ucrania, México, Cuba, Centroamérica y hasta la parte norte de América del Sur.
Yo tengo la suerte de tener un par de arboles en una finca de la familia y siempre recojo un par de kilos. Es un arbusto que puede llegar a alcanzar una altura de 15 a 20 metros; de ramas flexibles, color rojo marrón, lustrosas, generalmente con escamas. Su madera es muy apreciada.
Yo tengo la suerte de tener un par de arboles en una finca de la familia y siempre recojo un par de kilos. Es un arbusto que puede llegar a alcanzar una altura de 15 a 20 metros; de ramas flexibles, color rojo marrón, lustrosas, generalmente con escamas. Su madera es muy apreciada.
Entre octubre y diciembre se da la recolección de su fruto, hay que tener en cuenta que cuando está maduro presenta un color rojo intenso y es muy perecedero. El madroño contiene un 10% de azúcar invertido por lo que antiguamente se utilizaba para elaborar orujos y vinagres. Se suele emplear para hacer gelatinas, mermeladas y confituras por su contenido en pectina y ácido málico, aunque también puede consumirse crudo.
Cuenta una leyenda que de la sangre del gigante Gerión, vencido por el griego Heracles, nació un árbol que daba frutas sin hueso.
Hoy en día es conocido sobretodo porque el madroño, junto con el oso apoyado sobre él con sus patas delanteras, figura en el Escudo de Madrid. No se conoce con certeza la aparición de tal figura en el escudo, variando de unos a otros autores; tal vez sea la elección por el Consejo como escudo para diferenciar sus posesiones de las pertenecientes a la Iglesia madrileña, que utilizó un oso pasante para diferenciarlas. Otra definición la dio el humorista y caricaturista Antonio Mingote en su libro Historia de Madrid en que dice: «[...] el oso, primitivo habitante del país, abrazado a un árbol para impedir que venga un concejal y lo corte».
Hoy en día es conocido sobretodo porque el madroño, junto con el oso apoyado sobre él con sus patas delanteras, figura en el Escudo de Madrid. No se conoce con certeza la aparición de tal figura en el escudo, variando de unos a otros autores; tal vez sea la elección por el Consejo como escudo para diferenciar sus posesiones de las pertenecientes a la Iglesia madrileña, que utilizó un oso pasante para diferenciarlas. Otra definición la dio el humorista y caricaturista Antonio Mingote en su libro Historia de Madrid en que dice: «[...] el oso, primitivo habitante del país, abrazado a un árbol para impedir que venga un concejal y lo corte».
INGREDIENTES
500 g de madroños
500 g de azúcar
zumo de 1 limón.
ELABORACIÓN:
1. Lavamos la fruta y nos aseguramos que hemos quitado bien hojas y rabitos.
2. Colocamos en el vaso de la thermomix y los trituramos 6 segundos a velocidad 4.
3. Después añadimos el azúcar y el limón y programamos 30 minutos, varoma, y velocidad 1.
4. Yo después lo cuelo porque no nos gusta encontrarnos las pepitas.
No es necesario quitar el cubilete para que espese, ni añadir ningún espesante, ya que el madroño contiene gran cantidad de pectina.