En carnaval en mi pueblo todas las casas huelen a rosquillas.Son típicas de estas fechas. Cuando yo era pequeña en mi casa se reunían mis tías y mi madre y se hacían para toda la familia. Era un día de fiesta. Algún año hasta una anciana del pueblo experta en su elaboración venía y hacía la masa. Mientras nuestras madres freían las rosquillas todos los primos jugábamos y de vez en cuando nos pasábamos por la cocina a probarlas. Ese olor no se me olvidará jamás. Al cabo de los años esta tradición en mi casa se fue perdiendo, pero ahora quiero recuperar esta tradición y preparar rosquillas de carnaval para mi familia.Creo que he acertado, porque mi madre al probarlas me ha dicho que son idénticas a las de "siempre".¡Lo he conseguido con la ayuda de mi thermomix! Básicamente es la receta del libro "Repostería y pastelería I" Sólo he añadido algún ingrediente extra que que descubierto revisando varias recetas de las que se utilizan en mi pueblo.También he cambiado la piel de limón por naranja.
INGREDIENTES:
- 250 gramos de azúcar
- 3 huevos
- 100 gramos de aceite de oliva virgen extra
- 50 gramos de licor de anís
- 500 0 550 gramos de harina de repostería
- 1 sobre de levadura química en polvo
- 1 pellizco de sal
- 1 cucharadita de anís molido
- 1 cucharadita de azúcar avainillado
- Para freir: aceite de oliva suave o de girasol
- Para rebozar: azúcar con un poquito de harina
PREPARACIÓN:
Echamos el azúcar en el vaso y lo pulverizamos durante 30 segundos a velocidad 5-7-10.
Añadimos la piel de la naranja y programamos 1 minuto velocidad progresiva 5-7-10.
Agregamos los huevos, el aceite, el anís y el azúcar avainillado. Programamos 10 segundos a velocidad 6.
Incorporamos la mitad de la harina, la levadura y un pellizco de sal. Mezclamos durante 8 segundos a velocidad 6.
Echamos el resto de la harina y programamos 15 segundos velocidad 6.
Tiene que quedar una masa blanda pero que se pueda manejar con las manos, si no es así, añadimos 50 gramos de harina más y programamos 30 segundos vaso cerrado, velocidad espiga.
Dejamos reposar la masa 1 o 2 horas.
Nos untamos las manos con aceite. Hacemos peueñas bolas del tamaño de una nuez. Las aplastamos un poco con las palmas de las manos y con los dedos hacemos un agujaro en el centro, que estiraremos para que al freirlas no se cierre.
Las freímos en abundante aceite a temperatura media.
Las rebozamos en azúcar.